El tratamiento de peeling se basa en la exfoliación de la parte superior de la piel, lugar en el cual existen células muertas.

Se puede realizar de diferentes maneras. Por un lado, una de las opciones es llevarlo a cabo químicamente utilizando determinadas sustancias químicas. Por otro lado, también puede hacerse mecánicamente utilizando cremas que contienen gránulos de sílice, cáscara de nuez y almendras molidas, entre otros. El peeling químico posee mayor alcance y resultado que los mecánicos.

Dependen de la concentración, del tiempo que están en contacto con la piel, de la acidez del producto y también del vehículo (líquido, gel, emulsión, pasta) y de la forma como se aplica.

Lo ideal es comenzar a realizarlos luego de la adolescencia y es importante tener en cuenta la época del año. Este es un punto muy importante a saber ya que las exfoliaciones mecánicas se pueden realizar todo el año pero por el contrario, los peeling químicos solo se pueden realizar entre Abril y Octubre ya que debemos evitar los daños que puede provocar la radiación solar.

BENEFICIOS

Mejora las células epidérmicas, dándole suavidad y luminosidad al rostro.

Devuelve a la piel la turgencia y elasticidad que había perdido.

Las fibras colágenas y elásticas se reordenan.

Estimula al fibroblasto a generar nuevas fibras.

Trata las arrugas, mejora lesiones anémicas y el acné.

Reafirma y tonifica el sistema muscular, estimula el drenaje linfático y venoso, facilitando la eliminación

del tejido adiposo.

Es un restaurador biológico integral, estimula la formación de nuevos tejidos y elimina toxinas.


Consiste en la aplicación de diferentes sustancias químicas sobre la piel, con el objeto de “pelar” o exfoliar las capas más externas de ésta.

Se usa para:

  • mejorar el aspecto de la piel dañada por el sol
  • disminuir arrugas
  • mejorar cicatrices de acné o varicela
  • decolorar o eliminar manchas.

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